jueves, 4 de marzo de 2010

La era del Neoclasicismo Eurovisivo


Estrenamos década y se está empezando a gestar una edición del Festival que parece que busca dar unos pasitos atrás, que parece que quiere encontrar un punto retro, que parece que quiere plantarse en los años del baladón eurovisivo, de los tempos lentos, de los temas sencillos.

País tras país, Europa va eligiendo sus apuestas para la cita de Oslo, y parece que tras la vuelta, aunque parcial, de los jurados, el corte de las elecciones suele ser muy similar, recordando épocas pasadas...¡ojo!..No estoy diciendo que esa retrospección sea mala ni mucho menos.

Hasta la victoria de Marija Serifovic, el sentimiento y pensamiento de esos "expertos eurovisivos" era que una balada, con el televoto no iba a volver a ganar bien, algunos también afirmaban que aunque no se ganara el Festival servía para quedar en una posición muy digna, de las que ahora los españoles envidiamos y miramos con melancolía, probablemente tenían en mente a Shiri Maymon por aquella época. Además esos mismos "eruditos" afirmaban que era prácticamente imposible ganar sin cantar en inglés, eran los años que incluso TVE recomentaba en sus bases incluir frases sueltecillas en la lengua de Shakespeare o de Sir Andrew Lloyd Weber.

El caso es que tras el mazazo de la victoria serbia en 2007 para todas estas opiniones, parece que la visión cambió, se rompieron los esquemas, supuso sin lugar a dudas un punto de inflexión importante para la historia reciente de Eurovisión (Recordemos que las votaciones aún eran exclusivas por el televoto). A la victoria de Molitva le seguirían la de Dima Bilan con su Believe y el triunfo noruego de Fairytale, tres canciones contrapuestas a los triunfos de las primeras ediciones de la década. Algo había cambiado.

Y este año parece que se sigue por esa senda, parece que acrecentada la teoría con la inclusión del jurado del año pasado...faltando aún países, algunos importantes, por decidir, el Festival de este año tiene ese aire retro que he ido comentando, y cuyas canciones podemos agrupar de la siguiente forma mediante dos bloques quedando otras propuestas sueltas de estas características predominantes:


-Baladas clásicas (De toda la vida): Podríamos incluir aquí con sus particularidades respectivas a Chipre, Georgia, Letonia, Malta, Noruega o Polonia


-Canciones de "Vuelta al pasado": Por estas apuestas han apostado países clásicos como Finlandia, Países Bajos o España. Son canciones "cuasi-atemporales" que sin conocer el año no sabrías en que momento de la historia eurovisiva de estos países colocarlas, ni a la vuelta al folclore finlandés, la vuelta al estribillo simple y pegadizo del Sha-la-lie o el retorno del vals de la mano de Diges.


Juntando estas canciones tendríamos perfectamente un Festival de finales de los 80, es una vuelta a los 90...

Por supuesto que este año también tendremos las canciones moviditas como la de Islandia, los ritmos orientales como lo que nos presenta Armenia, el pop comercial y agradable de Dinamarca o el rock contundente y de calidad como el que nos presenta Turquía...ahora bien, una parte del Festival vuelve sin lugar a dudas a una nueva era clásicas. Marija Serifovic trajo el "neoclasicismo" a Eurovisión, y las pruebas ya están sobre la mesa. Mientras seguimos esperando con ansias si países como Alemania, Reino Unido o Irlanda se apunta a la moda, de Francia podemos intuir que no, y de Suecia...¡Espero a las Timoteij!

2 comentarios:

  1. Hola!

    Muy interesante artículo.

    Yo creo que este "neoclasicismo eurovisivo" es una reacción al "efecto Lordi"

    Con la victoria finlandesa de 2006, los estilos alternativos se consagraron como eurovisibles y se abrió el festival a un sin fin de estilos que antes solamente osaban a asomarse tímidamente al festival.

    Así, el metal, lo indie, lo friki, lo experimental etc hicieron presencia masiva en el ESC, por lo que las apuestas más clásicas se convirtieron en lo "diferente" que destacaba y conseguía, de nuevo la victoria.

    Por esta misma teoría, yo estoy convencido que, este año, uno de los más clásicos de la historia, será precisamente una apuesta diferente (ya sea en estilo, como en puesta en escena) la que se haga con el triunfo.

    Un abrazo

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  2. Estoy de acuerdo en tu pronóstico para este año, cualquier canción "movidita" que se aleje del corte clásico que predomina probablemente se convierta en la vencedora. ¡Un saludo!

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