sábado, 16 de octubre de 2010

El país que decidió elegir antes a la cantante que a la sede.


Curiosísimo, de expediente X y creo que sin precedentes en la larga historia festivalera, el país anfitrión se ha hecho de rogar para hacer oficial su sede cuando ya desde meses antes había hecho oficial a la intérprete que defenderá el título en casa.

Düsseldorf ha ganado la lid a Hamburgo, Hanover y a la capital alemana para hacerse con la sede del Festival de Eurovisión 2011. Finalmente el Espirit Arena será el nuevo "Teatro de los Sueños" de la música europea en el próximo mes de mayo. Y tras esta elección en la que a los de la pública germana estoy seguro de que no les ha dado un infarto (¡Aleluya!) uno se pregunta cómo lo tuvieron tan claro para escasamente un mes después de su triunfo proclamar a Lena como la reprentante alemana para el 2011, en todavía no se sabía donde. Creo que esto, me reitero y si no que alguien me corrija, no ha pasado en la vida.

Y es en esto en lo que me centro en la columna de hoy en dar mi opinión sobre las dos primeras decisiones de la organización alemana para esta temporada 2011 que ya empieza a arrancar (Ya tenemos también al representante chipriota, Christos Mylordos, y al grupo holandés, 3JS sin ir más lejos).

Hablemos pues de la sede. Cuatro ciudades candidatas, dos que perdieron fuelle muy pronto y finalemente una vencedora. Vamos a ver, yo no digo que Düsseldorf haya sido una mala elección, es más creo totalemente en la perfecta organización teutona que he sufrido en mis carnes al menos en un par de ocasiones, además la ciudad elegida está muy bien comunicada, cerca de otros países, y va tener muy fácil acceso para los asistentes al Festival y estoy seguro de que la edición de 2011 en un país histórico, del Big 4, en nada menos que Alemania, va a ser memorable...pero amigos, tendría que haber sido en Berlín. El Festival tendría que haberse apoyado en el gran simbolismo de Berlín, y en esa unión de Europa que tuvo su último escalón la caída de ese muro (dique) de la vergüenza que aún hoy, justo veinte años después, hace que sigamos pensado en Europa Occidental y del Este, por más desgracia que por suerte.

Y es que cuando Nicole ganó en Harrogate en 1981, fue un triunfo de la Alemania "parcial", y esta era la ocasión de haberlo simbolizado para la Alemania unificada, la de todos los alemanes, y el sitio de esta oportunidad histórica era Berlín, y no me creo que no estuviese preparada la capital, que no hubiere un sitio espectacular en Berlín para acoger este acontecimiento de unión europea (lo único que a día de hoy une a todos los europeos a disfrutar de algo en común durante unas horas, ni el fútbol consigue eso). Creo que si firmemente hubiesen creído los organizadores en esto, Berlín habría sido la sede, Berlín permanece un año más (al menos) como la única gran capital europea que no ha acogido nunca el Festival. (Algo así como lo que le pasa a Madrid con los Juegos Olímpicos).

Por lo que respecta a Lena. La ganadora de Oslo, mi favorita desde el primer momento, ha revolucionado totalmente el Festival, en Alemania es un ídolo, (puedes escuchar su canción y su disco en cualquier parte) y en el resto de Europa también. Es asombrosamente conocida (dentro de lo que cabe) hasta en nuestra España: Es una sensación, es fresca y es única (hasta imagen de la Opel). Y además también se va a producir una anécdota singular en la historia de la Eurovisión cuando en el próximo mes de mayo, ella abra la final con su Satellite ganador y seguidamente pasar a cantar el tema alemán de 2011 en la misma gala...¿Qué pasa si le toca actuar a Alemania en primera posición? El morbo está servido.

Aún así creo que no debería haberse presentado este año, no debería de haber aceptado, su carrera va sobre ruedas y en el Festival no puede quedar mejor, sólo tiene que perder...o hacer historia convirtiéndose en Miss Eurovision y subir a lo más alto del Olimpo eurovisivo con Mr. Logan. Mucho riesgo, poco que ganar. Muy valiente Lena, y creo que el público no le dejara hundirse de un año para otro, y eso que aún no se conoce la canción pero es que...Lena, sin duda, tiene algo que la hace especial.

Después de las vacaciones, la temporada eurovisiva empieza a poner en funcionamiento los engranajes, para ir adquiriendo velocidad hasta acrecentarse al límite para estallar en los "points" del 14 de mayo...¡Arranca la emoción!


Qué ganas de poder ver a Lena en el escenario de Düsseldorf.